Plantas obreras llegadas de lejos
Primavera 2023
Instalación efímera y talleres participativos
En la primavera de 2023, el colectivo artístico Epicuro Lab presenta una instalación efímera en el jardín del Museu d'Història de la Immigració de Catalunya (MhiC), basada en la siembra de la planta comúnmente conocida como colza y la observación de su crecimiento para reflexionar sobre el significado y uso de las especies vegetales y su paralelismo con la inmigración humana.
La colza
La colza es una especie híbrida, Brassica napus, desconocida en la naturaleza, cuyos orígenes se sitúan entre el Mediterráneo oriental y la India. Pariente cercano de las coles, se encuentra hoy en todos los continentes y se cultiva desde hace miles de años como fuente de aceite para alimentos, lámparas y jabón, y ahora con fines industriales.
A pesar de su ilustre historia, nunca se le ha concedido el estatus de cultivo noble o sagrado, como ocurre, por ejemplo, con el trigo, el maíz o el arroz, que también vienen de lejos. Al contrario, la colza tiene mala fama. De todas formas, se sigue cultivando porque es útil y necesaria: antes se utilizaba para producir aceite destinado al consumo humano, ahora sirve de materia prima para producir biodiésel.
Metafóricamente hablando, puede considerarse una "planta proletaria" : una especie mestiza (incluso bastarda), poco respetada, pero tolerada por su utilidad. En cierto sentido, "hace el trabajo que nadie quiere hacer", como suele decirse de los inmigrantes.
Aunque la planta no sea invasora, algunas de sus semillas "escapan" de los campos cultivados y se naturalizan en los márgenes, sobreviviendo generalmente de forma escuálida. En los últimos años, las poblaciones naturalizadas de colza oleaginosa modificada genéticamente y resistente a los herbicidas han aparecido en varios países en eriales y cunetas de los grandes sistemas viarios mundiales.
Plantas obreras llegadas de lejos - Instalación y talleres
El cultivo de la colza oleaginosa (otro nombre de la misma planta) nos invita a reflexionar. Ningún organismo existe aislado de los demás, ni como entidad absolutamente independiente. Cada ser vivo constituye interacciones con los demás para formar una biocenosis, una comunidad de seres vivos. A pesar de su solitaria falta de reconocimiento, la colza es el mejor exponente de lo que puede llamarse una biocenosis proletaria y planetaria, una comunidad de plantas que trabajan para sus amos sin derechos ni reconocimiento, que modificamos para servir a nuestros intereses y a las que acabamos culpando de problemas que poco o nada tienen que ver con el comportamiento de las plantas.
La instalación permitirá al museo extender la narrativa de la inmigración, que comienza entre los muros del edificio principal, hacia el jardín y el ecosistema urbano. Además de contribuir a uno de los miles de relatos posibles sobre la inmigración, la obra informará a los visitantes sobre la fenología y el desarrollo del cultivo. A pesar de su sencillez y de su condición de especie no privilegiada, es una planta preciosa que regala a los visitantes un festín para la vista cuando está en flor. Sus usos banales se embellecen en primavera con la belleza fotogénica de sus preciosas flores.
Actividades

En colaboración con

Artists
Epicuro Lab Collective
Epicuro Lab es un colectivo de arte colaborativo, compuesto por un atípico paisajista y artista, Gabino Carballo, y Tatiana Kourochkina, curadora y productora de arte, y directora de estrategia de Quo Artis.